Fecha: 20/03/2019.
Con el objetivo de asegurar una protección eficaz de las instalaciones de control domótico basadas en el estándar KNX, el líder europeo en mecanismos eléctricos y sistemas de automatización para viviendas y edificios, Jung, presenta KNX IP Secure, la tecnología que garantiza la seguridad de la red contra múltiples vulnerabilidades y ataques de hackers. Además, los próximos desarrollos de Jung contarán también con la tecnología KNX Data Secure.
Conforme con las más estrictas normas EN 50090-4-3 e ISO 18033-3, con AES 128 CCM, los protocolos KNX IP Secure y Data Secure de Jung cierran la puerta a hackers y cacos mediante las últimas técnicas de ciberseguridad. Por un lado, bloquean los ataques provenientes del exterior cuando la instalación está conectada a internet, minimizando el riesgo de intrusiones o el robo de datos y, por otro, protegen los telegramas y datos transmitidos entre dispositivos en el interior de la instalación mediante sofisticadas técnicas de encriptado y autenticación.
La base técnica sobre la que se sustenta KNX IP Secure de Jung es el aislamiento del sistema contra el acceso no autorizado. Así, cada una de las estancias se transforma en una “isla KNX”, que se comunica individualmente con el sistema central mediante una rápida red troncal IP. De esta manera, se puede visualizar y controlar el estado de cada habitación de forma centralizada, pero se evita la posibilidad de una manipulación sencilla de todo el sistema a través de las habitaciones. Además, con el KNX Data Secure se consigue el encriptado y autenticación de los telegramas KNX independientemente del medio de transmisión. Sea cable o radiofrecuencia, por lo que la comunicación entre sensores y actuadores no puede ser revelada ni manipulada de ninguna manera.
Jung ha implementado con KNX IP Secure y Data Secure el más alto estándar de protección disponible con la tecnología de hoy, capaz de responder a los desafíos actuales y futuros relacionados con la ciberseguridad en la automatización de edificios y viviendas. Sin embargo, la seguridad no es solo un asunto de competencia exclusiva de los fabricantes, por lo que todos los actores deben comprometerse con las mejores prácticas en este terreno, desde arquitectos y diseñadores, a integradores de sistemas o instaladores, sin olvidar tampoco al más importante, el propio usuario.